Una de las principales ventajas de ofrecer seguros médicos privados es, por supuesto, la satisfacción que produce a los empleados el tener acceso a la sanidad privada, con las comodidades y ventajas que ello conlleva: atención personalizada, ausencia de listas de espera, entre muchas otras. Como afirma nuestro experto, Sergi Romà: «disponer de un seguro de salud incrementa el sentimiento de fidelidad a la empresa. El trabajador siente una preocupación de la empresa con él y su familia. Es lo que se conoce como salario emocional«.

Además, tal como se menciona en el artículo de nuestro blog sobre las ventajas fiscales del seguro de salud, los beneficios son para ambas partes: «está demostrado que este tipo de seguros mejoran la productividad y reducen el absentismo laboral. El hecho de poder disfrutar de un cuadro médico extenso y con horarios convenidos, unos tiempos de espera mínimos (tanto en visitas como en resultados de pruebas) así como de diagnósticos más ágiles; refuerzan esta teoría», sostiene Sergi.

De entrada, puede parecer que la contratación de estas pólizas por los trabajadores supone un coste extra para la empresa. Pero, en lugar de verlo como un gasto debe interpretarse como una inversión en talento por el efecto positivo que aportan. Además, hay dos maneras diferentes de ofrecer este producto a los empleados como retribución flexible o como beneficio social.

¿Es preferible ofrecerlo como retribución flexible o como beneficio social?

En cuanto a la primera opción, la empresa ofrece la posibilidad a todos sus trabajadores y trabajadoras de incluir el coste del seguro médico en la nómina, como parte de su salario. De esta manera, el empleado logra reducir la cantidad de IRPF a pagar con la posibilidad de desgravar hasta 500 € al año por persona asegurada, como se comenta en el anterior artículo de nuestro blog.

En caso de ofrecerlo como beneficio social, la empresa asume el coste extra del seguro médico. Mientras la retribución flexible obliga a la compañía a ofrecer esta póliza a todos los empleados, en el caso de implementarlo como beneficio, podría elegir a qué empleados se le ofrece. Los asalariados que finalmente acepten el seguro privado como beneficio, también podrán desgravarse la de su IRPF.

En cuanto a las modalidades de contratación, nuestro compañero opina: «personalmente entiendo que siempre es mejor ofrecerlo como beneficio social, ya que todo lo relacionado con la parte retributiva tiene un «efecto higiénico» a corto plazo; pero no es motivador a la larga. En cambio, una sensación emocional que sienta el trabajador por su empresa (sobre todo afectando su bienestar y el de su familia) supondrá una motivación mucho más profunda y duradera en el tiempo».

En definitiva, teniendo en cuenta todas las ventajas que suponen estas pólizas por los trabajadores, se entiende que sean el beneficio social más valorado por ellos, antes de que otros como: los tickets restaurante, guardería, transporte, formación, etc. Hoy día, la mayoría de empresas son conscientes de esta buena acogida. Por ello, más del 70% de las corporaciones españolas ofrecen este producto a su plantilla.