La crisis sanitaria de la Covid-19, aún no resuelta, ha dado paso a una crisis económica que ha trastornado a la mayoría de empresas. En este complicado escenario, también se encuentran un gran número de ‘startups‘ que se han visto sorprendidas por una situación que nunca habían vivido.

Sin embargo, la especial idiosincrasia de este tipo de empresas, la mayoría ágiles y jóvenes, las hace susceptibles de convertirse en auténticas supervivientes y precursores de nuevos modelos de negocio en la era postcovid. Ahora bien, como en todo, hay que matizar, porque algunas también se verán gravemente afectadas por la pandemia. En cambio, otros pueden salir reforzadas, gracias a su capacidad para adaptarse rápidamente. E, incluso, a la oferta de servicios digitales que hoy en día resultan imprescindibles.

A grandes rasgos, estos negocios emergentes también tendrán que apretarse el cinturón y centrarse más en la rentabilidad y en el flujo positivo de ingresos que en el crecimiento a cualquier precio. Esto representa un marcado cambio de tendencia respecto a la última década, durante la cual, algunas de estas compañías habían sido capaces de recaudar enormes cantidades de capital, sin llegar a demostrar rentabilidad.

Las empresas emergentes se centran en las líneas de negocio más sólidas

Ahora es una época de cambios y toca acostumbrarse a trabajar con menos ingresos. Y esto probablemente forzará muchas ‘startups’ a repensar sus estrategias para centrarse en las líneas de negocio más sólidas y dejar de lado otros proyectos más innovadores que no eran rentables o se presentaban más inciertos, porque estaban en fase de exploración. Es decir, ahora se verán obligadas a ser más eficientes y a centrarse en el núcleo de sus negocios, dejando para más adelante los proyectos más disruptivos.

Pero, como hemos comentado, la capacidad de hacer cambios en la empresa rápidamente para adaptarse a una nueva situación es precisamente también la ventaja que tienen estas empresas emergentes ante un contexto como el actual. A grandes rasgos, las ‘startups’ tienen más facilidad para cambiar, cerrar proyectos y reorientarse hacia lo que realmente les da beneficios, o incluso cambiar su modelo por completo. Se puede decir que son más resilientes a los cambios que las grandes compañías y eso, a estas alturas, juega a su favor.

De naturaleza digital

Otro de los factores que puede ayudar a este tipo de compañías a sobrevivir en estos tiempos tan difíciles es su menor dependencia de estructuras físicas y oficinas para operar. Estas compañías tienen la ventaja de contar con equipos deslocalizados, para los que el trabajo en remoto no supone ninguna novedad. Esto los hace menos vulnerables a las afectaciones que estamos viviendo. Es decir, no les cuesta tanto prescindir de unas oficinas físicas y mayoritariamente cuentan con modelos de negocio que ya operaban, casi al 100%, para canales digitales.

En este sentido, la crisis puede incluso ayudar a reforzar el modelo de negocio de algunas de estas compañías; pues, sus servicios ahora pueden ser más relevantes que nunca. Un ejemplo, las entidades especializadas en soluciones de pago digitales o plataformas de venta online o ecommerce, etc. Quieras o no, la pandemia ha impulsado la digitalización y el uso de soluciones digitales de pago. Por lo tanto, todo ello claramente los beneficia.

Teniendo en cuenta estos aspectos se puede afirmar que, seguramente, el impacto de la Covid será muy heterogéneo, con diferencias muy marcadas por sectores. Lógicamente las ‘startups’ vinculadas a sectores como el turismo o el ocio se verán más perjudicadas. Al contrario de las dedicadas a soluciones online y comercio electrónico, que incluso, pueden llegar a crecer de forma notable.

Tiempo de crisis, tiempo de nuevas oportunidades

Al igual que en anteriores crisis, la actual también puede generar determinadas oportunidades de negocio surgidas de nuevas necesidades no cubiertas, que se harán más evidentes en el escenario postcrisis. Sin duda, muchas de las tendencias que ahora mismo están en marcha, como el teletrabajo, la formación en línea, las gestiones online…, han venido para quedarse. Así pues, es inevitable hacerse la siguiente pregunta: ¿la Covid podría ser el caldo de cultivo de la próxima gran ‘startup’? Pues, no sería de extrañar que aparezcan nuevas empresas para dar respuesta a necesidades sociales surgidas en tiempos de pandemia.

En resumen, incluso en estos momentos tan complejos, el emprendimiento no cesa ni para de reinventarse. Los pronósticos son que en los próximos meses aparezcan nuevos modelos de negocio a medida de ‘la nueva normalidad’. Empresas que, seguramente, se basarán en modelos más cooperativos, al compartir activos, recursos e incluso, espacios entre compañías, para generar ecosistemas empresariales más resilientes a los cambios.

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