El seguro de crédito está dirigido a cualquier empresa que no venda únicamente al contado y que tenga un cierto volumen de ventas a crédito. Con este seguro se pueden cubrir las ventas tanto a clientes nacionales como extranjeros.

El seguro de crédito es una herramienta para proteger la tesorería y cuentas de resultado (patrimonio empresa).

Con este seguro se obliga a la compañía a indemnizar al asegurado las pérdidas sufridas por la insolvencia de sus clientes.

A través de las clasificaciones de los clientes se da una valoración de estos en cada momento indicando la cobertura máxima aconsejable. Sirviendo también este punto como mecanismo de prospección de nuevos clientes.

Es la compañía quien una vez se declara la insolvencia de un cliente, se encarga de gestionar la reclamación al mismo e indemniza las pérdidas, con anticipos durante la tramitación del expediente. Por todo ello, se dota a la empresa de una estabilidad económica y de una tranquilidad en su gestión del riesgo.

Actualmente hay diferentes tipos de productos, para cubrir las ventas a crédito de los clientes:

Existen pólizas globales, para cubrir conjuntamente a toda la cartera de clientes, tanto nacionales como de exterior. Pudiéndose hacer el seguro tradicional a medida, solicitando el riesgo a cada cliente de forma individual.

Existen también seguros simplificados con unas coberturas concretas, que en algunos casos son más que suficientes, siendo la gestión de estos seguros mucho más sencilla.

Pólizas “single risk”, para cubrir una operación singular puntual.

Pólizas cliente puntual, para cubrir únicamente las ventas de un cliente concreto.

Pólizas de segunda capa, que da una cobertura adicional al riesgo necesario que en primera capa no se llega a cubrir.

Alex Ballús

Back Office Empreses