Se acercan las vacaciones de verano y muchos de nosotros empezamos a planificarlas. Habitualmente, lo primero que solemos buscar es información sobre el destino de nuestro viaje, los vuelos, ofertas de alojamiento … Pero hay un producto que frecuentemente nos olvidamos o dejamos para el último momento, nos referimos al seguro de viaje. Esto suele suceder por el desconocimiento de sus ventajas; por no ser conscientes de los riesgos de viajar o simplemente, porque no queremos incrementar el precio final de nuestras vacaciones.

Pero, ¿y si ocurre cualquier problema o contratiempo cuando estamos fuera? Inevitablemente se pueden producir incidentes como una demora o cancelación de los vuelos, pérdida del equipaje, encontrarnos mal… Todo esto nos puede complicar nuestros días de descanso. En este sentido, tanto si nos quedamos por aquí como si viajamos por Europa o a un país más lejano o exótico, es recomendable curarnos en salud y hacerlo con un seguro de viaje, adaptado a las características del destino y duración del viaje .

¿Cómo nos puede ayudar el seguro de viaje?

Las incidencias más habituales que podemos encontrarnos cuando estamos fuera de casa y en las que nuestro seguro nos puede dar una respuesta eficiente, en función de cada circunstancia, son:

• Problemas de salud. Inevitablemente, cuando estamos de viaje, podemos enfermar o tener una emergencia médica. Si contamos con un seguro de este tipo, podemos estar tranquilos sabiendo que recibiremos la atención sanitaria necesaria. Hay que decir que en el extranjero, las políticas sanitarias son diferentes de las españolas y a veces, nuestra Tarjeta Sanitaria no tendrá efectos en algunos países europeos -y no tendrá ningún efecto fuera de la UE-. Por lo tanto, esto puede suponer un elevado gasto económico, si necesitamos ser atendidos en el extranjero, sobre todo a destinos como Estados Unidos o Asia.
• Cancelación de vuelos. Sin duda, que cancelen nuestro vuelo puede arruinarnos todo el viaje. Pero, si contamos con un seguro de viaje, todos los gastos de cancelación quedarán cubiertos, en caso de anulación del mismo. Así tendremos la posibilidad de tomar otro vuelo para poder llegar a nuestro destino lo antes posible.
• Equipaje perdido. Llegar a nuestro destino de vacaciones y que no aparezca nuestra maleta o bien, que nos hayan robado parte de lo que contenía es todo un disgusto. Ahora bien, si disponemos de una póliza de viaje, nos indemnizarán en función de los límites previstos. Además, la compañía suele ayudarnos a localizar el equipaje y en enviárnoslo el en nuestro o incluso, puede ofrecernos asesoramiento sobre cómo presentar una denuncia. En algunas ocasiones, esta cobertura es más extensa y nos pueden indemnizar, incluso si los objetos robados que estaban en la habitación del hotel o en el interior de nuestro coche.
• Cambio de planes. La vida da muchas vueltas y puede que después de organizar un viaje, preparar las fechas, el destino y tenerlo todo a punto…, surjan imprevistos que nos obliguen a cancelar nuestra escapada. Ahora bien, si contamos con nuestro seguro, podremos recuperar parte de nuestra inversión.
• Además, si quieres ir de vacaciones a destinos más internacionales, hay que tener en cuenta que determinados países exigen tener un seguro de viaje para entrar en su territorio. Por ejemplo, Irán y Rusia lo piden como requisito para poder expedir el visado de turista.

En definitiva antes de salir fuera, no te olvides de contratar un seguro de viaje adecuado a tus vacaciones. Lógicamente, no necesitaremos las mismas coberturas si vamos a la costa o nos vamos de crucero que si hacemos una escapada al Tíbet o a la India.

Si tienes cualquier duda, en Cobertis podemos asesorarte sobre las mejores opciones, ¡para que nada te impida disfrutar de tus merecidas vacaciones!