Las vacaciones son sinónimo de desconexión, excursiones, viajes, diversión … Pero, ¿te has parado a pensar en tu alimentación? Sin duda, durante estos días la mayoría dejamos un poco de lado la dieta. Es decir, solemos comer y cenar más en restaurantes; nos apetece ir a una terraza y saborear unas buenas tapas o aperitivos; dar una vuelta y pedirnos un helado o un batido… Es normal, es verano y queremos darnos algún capricho.
Ahora bien, si quieres evitar que estos cambios en la rutina de tus hábitos alimenticios te pasen factura en forma de unos kilos de más, te damos algunos consejos para que disfrutes de las comidas de verano sin hacer demasiados excesos.
Un verano bien equilibrado
Con estos pequeños consejos, podrás mantenerte en forma y volver de vacaciones con tu peso. Además, sin hacer grandes sacrificios… Toma nota:
- Planifica las comidas con anticipación. La planificación es la clave de una alimentación saludable. Si organizas el menú semanal y aseguras la compra de alimentos frescos, frutos secos, cereales de grano entero y proteínas de gran valor, resultará mucho menos probable que se acaben cocinando platos poco saludables, porque no tenemos mucho en la nevera y vamos con prisas.
- Consume frutas y verduras de temporada. En verano, puedes encontrar una gran variedad de estos alimentos, que además de hidratarnos, aportarnos vitaminas, agua y sales minerales, son muy bajos en calorías. Por lo tanto, si has comido demasiado; por la noche, una buena opción podría ser prepararte una ensalada de fruta o unas verduritas a la brasa, para compensar un poco.
- Evita el exceso de dulces. En verano son muchas las tentaciones: helados, granizados, batidos … O si vamos a una feria o fiesta mayor de un pueblo -que son muy habituales en esta época-, encontraremos algodones de azúcar, palomitas, golosinas… Debemos evitar abusar; pues, nos aportan elevadas cantidades de azúcares refinados y de grasas poco saludables, prescindibles en la dieta de niños y adultos.
- La importancia de una buena hidratación. Es un aspecto fundamental, especialmente a tener en cuenta con las elevadas temperaturas del verano. Por ello, te recomendamos que siempre salgas con una botella de agua o de zumo de fruta natural, para que puedas mantenerte hidratado durante el día. Esto hará que te sientas mucho mejor, te ayudará a refrescarte y evitar la fatiga.
- Actívate. Paseos, excursiones, ir en bici, algo de running …, aprovecha las vacaciones para moverte y hacer ejercicio. Los beneficios del deporte para nuestro cuerpo y mente son más que conocidos: ayuda a mantenernos en nuestro peso, aumenta el tono y la fuerza muscular, mejora la flexibilidad y movilidad de las articulaciones, la resistencia física, regula la presión arterial, incrementa o mantiene la densidad ósea y un largo etcétera. No hay que hacer grandes maratones, simplemente con caminar una hora, subir y bajar escaleras …, o por ejemplo, mientras estás esperando un vuelo, en vez de estar todo el rato sentado, puedes aprovechar para ver tiendas y pasear un poco por la terminal. Son pequeñas cosas que nos ayudan.
En definitiva, si tienes en cuenta estas recomendaciones, tu salud te lo agradecerá. Aprovecha tus vacaciones, diviértete y cuídate.
Desde Cobertis, ¡os deseamos a todos y todas un muy buen verano!