Hoy en día, con los tiempos que corren, ahorrar no es nada fácil. Habitualmente, lo que nos motiva a hacerlo es hacer frente a imprevistos, incrementar nuestro capital y también, tener un complemento para nuestra jubilación. Pero, ¿qué influye a la hora de decantarnos por un producto u otro?
En primer lugar, nuestro perfil o forma de ser. Dependiendo de si somos conservadores, moderados o arriesgados elegiremos un producto de ahorro u otro. Un aspecto que muy vinculado a la edad. Según datos de Unespa, las personas de 56 a 65 años prefieren hacer crecer su capital, por eso eligen productos como los Planes de Previsión Asegurado (PPA), un seguro de vida-ahorro con el mismo tratamiento fiscal que los planes de pensiones y con la garantía de que la prestación a recibir nunca será inferior a lo que has aportado. No en vano, los PPA cuentan con más de un millón de asegurados y un volumen de patrimonio cercano a los 13.000 millones de euros.
En cambio, los más jóvenes prefieren opciones con mayores rentabilidades como los Unit Linked o los fondos de inversión. En edades más avanzadas triunfan los planes de pensiones, las rentas vitalicias o los capitales diferidos, entre otras opciones. Ahora bien, aparte de nuestro carácter y la edad, también hay que tener en cuenta nuestras circunstancias personales. Lógicamente no es lo mismo ser solteros que casados con hijos y una hipoteca; las necesidades y los gastos no son ni mucho menos, los mismos.
Pero, ¿en nuestro país se cumplen estos datos? Según un estudio de Inverco, en general en España, el perfil de ahorrador sigue siendo conservador, aunque también se observa un crecimiento del perfil moderado. Los más arriesgados o dinámicos siquiera engloban el 6%. Añadiendo el criterio de la edad, se observa como es de prever que a partir de los 40-50 años, se acentúan los ahorradores conservadores y disminuyen los más arriesgados.
En cuanto a productos, los planes de pensiones se sitúan como la primera opción de ahorro (57%), seguidos de los depósitos (53%), la renta variable (38%) y los fondos de inversión (36%). El plazo de ahorro se mantiene en un promedio de entre 1 y 3 años. A pesar del éxito del online, sobre todo durante los meses de confinamiento; la forma presencial sigue siendo la preferida de los clientes a la hora de informarse sobre estos productos. En este sentido, dejarte asesorar por profesionales como nuestros corredores, le puede ser de gran ayuda.
La seguridad, el aspecto mejor valorado
Lo que sí hay es un denominador común en todas las generaciones: la seguridad, que es el elemento mejor valorado. La confianza se sitúa en segunda posición y la transparencia, el tercer factor en la mayoría de los casos. Para el ahorrador más arriesgado, que suelen invertir en fondos de inversión y renta variable, lo más importante es la rentabilidad.
Una vez contratado el producto, el 49% de los ahorradores revisa sus inversiones, mínimo una vez al mes. En el caso de los más jóvenes, pertenecientes a la generación centennial, son los más interesados, seguidos de los millenials, la generación X, los baby boomers y por último, los más seniors, la llamada silente generation.
Por otra parte, también es importante que antes de elegir un instrumento de ahorro, conozcamos el riesgo de inversión, la liquidez, la fiscalidad o la rentabilidad de los productos mencionados. De este modo, tendremos más elementos para valorar adecuadamente.
En definitiva, elegimos el producto que elegimos, lo más importante es que empezamos a ahorrar lo antes posible. De este modo, dispondremos de un dinero que nos permitirá vivir más tranquilos en un futuro y poder hacer frente a los imprevistos que puedan surgir.
En caso de dudas sobre qué instrumento elegir, en Cobertis podemos asesorar sobre los seguros de ahorro que mejor se adaptan a sus necesidades y situación personal. ¡No dude en contactar con nosotros!