Durante el confinamiento, la gran mayoría de empresas con capacidad para poder trabajar en remoto ofrecieron a sus empleados la posibilidad de teletrabajar. Como sabemos, durante este periodo se incrementaron notablemente los ciberataques. Principalmente, para que los trabajadores utilizaban sus ordenadores personales para acceder a programas sin conectarse a través de redes seguras; utilizaban contraseñas poco fiables; se descargaban varios archivos diversos; abrían e-mails fraudulentos con supuestas informaciones sobre la Covid-19; y un largo etcétera.
Pero, ¿qué ocurre ahora que gran parte de los trabajadores ha vuelto presencialmente en la oficina? Pues, que los riesgos cibernéticos resurgen y con fuerza. Según la INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España), nuestro país es el tercero del mundo donde las empresas sufren más ataques informáticos, y según fuentes oficiales, cada año se incrementan en un 200%. Cualquier empresa, no importa su tamaño o actividad, es vulnerable de sufrir ataques cibernéticos tanto internos como externos. Por lo tanto, es necesario que las compañías estén preparadas, para que la repercusión del incidente al negocio sea mínima.
Aparte de promover buenas prácticas y técnicas de prevención entre los trabajadores, contar con un seguro de ciberiesgos puede ser clave para cualquier compañía para prevenir, detectar a tiempo y minimizar las consecuencias de este tipo de incidentes.
Las pólizas ciber, imprescindibles en grandes, medianas y pequeñas empresas
Hoy en día las grandes y medianas empresas son conscientes de que, para combatir eficazmente los riesgos cibernéticos, es necesario combinar las medidas de prevención con las de recuperación. Estas últimas sirven como respuesta cuando el incidente no ha podido ser rechazado. Pero, ¿qué ocurre con las pymes? Pues, que suelen ser más vulnerables por su falta de medidas de prevención y, además, cuando se produce un incidente de este tipo, puede llegar a perjudicarlas tanto que acaben cerrando. En este punto es donde el ciberseguro puede jugar un papel fundamental.
Como sabemos todas las empresas cuentan con un seguro de responsabilidad civil y/o de daños para proteger su patrimonio ante un siniestro relacionado, por ejemplo, con un incendio, errores en el diseño de un producto… Ahora bien, pocas disponen de un seguro contra las consecuencias de un ciberataque. Nos referimos a las relacionadas con la interrupción del negocio para bloqueo de sistemas, secuestro o publicación de datos confidenciales, entre otros.
Ahora bien, si la empresa dispone de estas pólizas, podrán estar más tranquilos, porque dan cobertura en caso de siniestro desde el primer momento, poniendo a disposición de la compañía asegurada un servicio de expertos informáticos especializados para intentar solucionar el incidente: accediendo a los sistemas, recuperando los datos y eliminando el software malicioso. En caso de infección por ransomware, es decir, por secuestro de información exigiendo un rescate económico para su liberación, también se pueden hacer cargo del pago del rescate.
Por otra parte, según las condiciones de la póliza contratada, cubrirán la responsabilidad civil por daños producidos a terceros (clientes, proveedores) a consecuencia de un ataque a los sistemas informáticos del asegurado. Así como la pérdida de ingresos derivada de la interrupción de la actividad después de un ciberataque que haya inutilizado temporalmente los sistemas informáticos de la empresa, impidiendo el normal desarrollo de su actividad.
En muchos casos, además, estas pólizas no sólo otorgan coberturas frente a ataques informáticos provenientes del exterior (es decir, acceso malintencionado a sistemas informáticos o datos por parte de un tercero), sino también ante situaciones como fuga, publicación o destrucción de datos derivados de un error (informático o humano), o incluso, las causadas por un empleado desleal.
Otro aspecto a destacar es que estos seguros suelen incluir coberturas en materia de protección de datos. No sólo para mitigar los daños a terceros después de una brecha de seguridad, sino también para proteger el patrimonio del negocio frente a sanciones derivadas de un posible incumplimiento de esta normativa.
En definitiva, contar con un seguro de ciberriesgos se convierte en una herramienta muy necesaria para la gestión empresarial de estos incidentes, que afectan por igual a autónomos, pymes y grandes empresas. En Cobertis, disponemos de las pólizas más completas y actualizadas para afrontar estos contratiempos. En caso de dudas o querer ampliar información, ¡póngase en contacto con nosotros y le informaremos!