La protección de nuestros seres queridos es uno de los principales objetivos de los seguros de vida y decesos. Pero, aunque en ocasiones podamos pensar que son similares, y que con uno ya tenemos suficiente, lo cierto es que existen algunas diferencias entre ambos.  

El seguro de vida ofrece protección financiera a los beneficiarios del titular en caso de fallecimiento o incapacidad. En el momento de contratarlo, se establece el nivel de cobertura que puede abarcar el fallecimiento, la invalidez o enfermedades graves, junto con la suma asegurada para cada tipo de riesgo.  

Por su parte, un seguro de decesos también proporciona respaldo a los familiares tras el fallecimiento del asegurado, pero está especialmente pensado para cubrir los gastos funerarios y facilitar las gestiones necesarias después del deceso. 

¿Qué diferencias hay entre ambos? 

• El seguro de decesos garantiza la cobertura económica y servicios relacionados con el fallecimiento del tomador. 
• En cambio, el seguro de vida garantiza la estabilidad económica no solo en caso de fallecimiento, sino también existe la posibilidad de ampliar la cobertura incluyendo riesgos como la invalidez absoluta o permanente o enfermedades graves como el cáncer. 
• El seguro de decesos se centra en lo relacionado con el sepelio por fallecimiento del asegurado y es la aseguradora quien define las cuantías a asegurar. 
• En el seguro de vida, es el asegurado quien establece el importe a asegurar. 

Dicho esto, y puesto que los dos seguros están vinculados al fallecimiento del asegurado, ante la duda de si una opción es mejor que la otra, os podemos decir que ambos son complementarios. 

En resumen, el seguro de vida asegura la estabilidad financiera de los familiares del asegurado después de su fallecimiento o en casos de enfermedad grave o invalidez, y el de decesos cubre los gastos del entierro del asegurado, liberando a los familiares de preocupaciones financieras y gestiones. 

Lo que tenemos claro, es que ambos ofrecen protección, tranquilidad y garantizan el bienestar de vuestros seres queridos en el futuro.