¿Qué clase de inversor o ahorrador eres?

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Hoy en día, en el mercado existe un amplio abanico de productos de ahorro o de inversión. Por ello, antes de decidirnos, debemos intentar averiguar cuáles son los que más nos convienen en función de nuestras necesidades, situación económica, familiar, características del producto, ventajas fiscales, entre otros factores.

Ahora bien, según nuestra forma de ser nos decantaremos más por unas opciones u otras. A grandes rasgos, se pueden diferenciar tres tipos de perfiles: el conservador, el moderado y el arriesgado. En el primer caso, se trata de personas con un nivel de conocimientos y experiencia en inversión más bien bajo. Precisamente, por este motivo, tienen más dudas, incertidumbres y no les gusta asumir un nivel de riesgo elevado. Al contrario, lo más importante para ellos es la seguridad de su inversión por encima de la rentabilidad. Por lo tanto, sus productos preferidos son: las cuentas remuneradas, los depósitos, los seguros de vida-ahorro o los planes de pensiones, entre otros.

En cuanto al inversor moderado, hay que señalar que tienen algunos conocimientos sobre el sector, lo cual les permite valorar mejor las características de los diferentes tipos de productos. Lógicamente, buscan conseguir rentabilidad, pero siempre teniendo en cuenta el riesgo que supone invertir en determinados activos. Las opciones de este perfil suelen ser los fondos de inversión de renta fija o la deuda corporativa.

En tercer lugar, se sitúa el inversor arriesgado. Se caracteriza por disponer de un elevado nivel de conocimientos y expetise en productos de inversión. Precisamente, por eso prefieren la rentabilidad; pues, entienden y aceptan que la inversión es un riesgo. Pero, con una parte muy positiva, como la de reportar interesantes rentabilidades a medio o largo plazo. Sin duda, sus productos preferidos son las acciones o los fondos de inversión, especialmente de renta variable.

Una buena opción, el seguro de vida-ahorro

Así pues en función de tu carácter, seguramente vas a elegir unas opciones antes que otras. Sin embargo, también es importante conocer el riesgo de inversión, la liquidez, la fiscalidad o la rentabilidad de los productos mencionados. De este modo, tendremos más elementos para valorar adecuadamente. En el ámbito del asegurador hay un producto estrella que es el seguro de vida-ahorro. Pero, ¿conoces sus diferentes modalidades? Toma nota:

  • Plan de Previsión Asegurado (PPA). Se trata de un seguro de vida con los mismos requisitos y el mismo tratamiento fiscal que los planes de pensiones. Su límite máximo de aportación son 8.000 euros anuales, que puedes reducirte a la base imponible del IRPF. La diferencia es que garantizan un tipo de interés mínimo, por lo que es un instrumento de ahorro perfecto para los perfiles más conservadores, ya que la prestación a recibir nunca será inferior a lo aportado. Según datos de UNESPA, los PPA cuentan con más de un millón de asegurados y un volumen de patrimonio cercano a los 13.000 millones de euros.
  • Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS). Es un producto de ahorro a largo plazo que garantiza ciertas ventajas fiscales. No es un producto necesariamente destinado a la jubilación, aunque se suele utilizar cuando los trabajadores comienzan su retiro laboral. A diferencia de los planes de pensiones y PPA, las aportaciones no pueden reducirse en la base imponible del IRPF, pero los rendimientos acumulados están exentos si se cobra en forma de renta vitalicia. Su límite máximo de aportación, son 8.000 euros anuales. Hoy día, hay 1,7 millones de asegurados con PIAS. El volumen de ahorro acumulado asciende a 9.800 millones de euros.
  • Los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP). En este caso, son similares en ventajas fiscales a los PIAS, pero no hay percepción en forma de renta para disfrutar. Cada cliente sólo puede ser titular de un plan de estas características, con un límite máximo de aportación anual de 5.000 euros. Los SIALP tienen unos 450.000 asegurados con un volumen de ahorro de 1.700 millones de euros.

 

En definitiva, elijamos el producto que elijamos, lo más importante es que empecemos a ahorrar o invertir lo antes posible. De este modo, dispondremos de un dinero que nos permitirá vivir más tranquilos en un futuro y poder hacer frente a los imprevistos que puedan surgir.

Si tienes dudas sobre las mejores fórmulas de ahorro, en Cobertis te podemos asesorar sobre los productos que se adaptan a tus necesidades.

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El autorr Cobertis
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