Desde la llegada de la pandemia, con el confinamiento, parece que la salud mental ha tomado más relevancia pública. Somos más conscientes de lo importante que es cuidar nuestro cuerpo, pero también nuestra mente, especialmente en los últimos meses debido a los informes publicados, en los cuales se recoge que los mayores efectos secundarios de las restricciones han sido entorno a esta área imprescindible de nuestras vidas.
Y es que, desde que llegó el coronavirus se han incrementado las enfermedades psicológicas y la necesidad de aumentar la inversión en servicios de salud mental para así, evitar un aumento drástico de los trastornos. Según indica la OMS, una de cada cuatro personas en el mundo ha tenido, tiene o tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida, y los trastornos mentales serán la primera causa de discapacidad a nivel mundial en el año 2030.
Tanto es así, que con el fin de visibilizar este problema no paran de viraliazrse contenidos de ámbito psicológico en redes sociales, cuyo objetivo es concienciar sobre determinados problemas, incluso dando a conocer casos en los que los problemas psicológicos han resultado ser de vital relevancia entre personajes famosos.
Todo este boom mediático de la salud mental pone de manifiesto uno de los problemas que más gente sufre, ya sea a menor media o gran escala y es imprescindible ser conscientes de ello para poder buscar la mejor solución.
En caso de que no tengamos ningún problema, es importante cuidar nuestra salud mental igual que la física, para ello podemos llevar a cabo los siguientes consejos:
Mantenerse activo. Con el ejercicio físico, el cerebro segrega dopamina, -un neurotransmisor causante de las sensaciones placenteras y de relajación-, por ello, tras practicar deporte, se logra reducir el nivel de estrés, de ansiedad o de ira y por tanto aumenta el bienestar.
Descansar. Dormir entre 7 u 8 horas diarias, es imprescindible para cuidar de tu salud, ya que mejora el rendimiento físico e intelectual y reduce la probabilidad de que aparezcan algunos problemas físicos y psicológicos. Las personas que duermen mal pueden presentar falta de motivación, atención y concentración, llegando a tener problemas de irritabilidad y de estrés que se reflejan muy a menudo en el hogar o el trabajo.
Gestionar los pensamientos. Es necesario analizar y gestionar las preocupaciones excesivas y los pensamientos negativos, estos, pueden alterar la conducta y hacer que las persones tomen decisiones o actúen de forma irreflexiva.
Comunicarse. La comunicación y la escucha activa es muy importante, para ello, hay una serie de herramientas como la comprensión, la empatía y la escucha activa que mejorarán nuestras relaciones.
Tener tiempo para uno mismo. Llevar una vida frenética sin descanso y sin tiempo para uno mismo puede ser perjudicial. Para lograr este punto hay que aprender a desconectar del entorno y dedicar un espacio de tiempo a las cosas que te relajan y que te gustan, por ejemplo, leer, ver una serie, meditar, pasear por el parque… las opciones son inabarcables, lo importante es hacerlo e incorporarlo a la rutina.
Márcate objetivos reales. Tener metas a corto y medio plazo aumenta la motivación y ayuda a generar hábitos y compromiso. Es muy importante que estas metas sean alcanzables y reales, de tal forma que cuando se consigan, aportarán mucha satisfacción y aumentarán el ánimo.
Mantener una actitud positiva. Es necesario encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas, e intentar orientar los pensamientos hacia las primeras. Para ello, es importante no retroalimentarse de las cosas negativas del pasado y practicar la resiliencia, a su vez, es necesario tomarse descansos de la información negativa, como pueden ser en esta época las noticias del coronavirus. Otras conductas que pueden ayudar son: no compararse con los demás, no caer en prejuicios e intentar no discutir.
Ir a terapia. Tengas o no una enfermedad mental, ir a terapia puede ser beneficioso para aprender a enfrentarse y gestionar diversas situaciones. Los psicólogos pueden ayudar con aspectos como la gestión emocional, la resiliencia o la responsabilidad afectiva.
En definitiva, la salud, tanto física como mental es muy importante, ambas son el motor para conseguir una vida saludable, por lo que, si quieres protegerla, lo mejor es preguntar a un profesional que te asesore y acompañe. En Cobertis estamos a tu disposición para encontrar las mejores soluciones para cuidar de tu salud.