Los errores más habituales al contratar un seguro de viaje (y cómo evitarlos)
Preparar la maleta, revisar los billetes, confirmar las reservas y activar el “modo vacaciones”. En medio de todos estos preparativos, hay un paso que cada vez más personas tienen en cuenta: contratar un seguro de viaje. Ahora bien, muchas veces lo hacemos deprisa, por obligación o escogiendo simplemente la opción más económica, sin fijarnos demasiado en lo que estamos contratando.
En Cobertis nos encontramos a menudo con personas que viajan pensando que están bien cubiertas y que, cuando surge un imprevisto, descubren que no es así. Por eso, queremos compartir contigo algunos de los errores más comunes al contratar un seguro de viaje, y cómo puedes evitarlos con un poco de previsión.
- Pensar que con la Tarjeta Sanitaria Europea es suficiente
Este es uno de los errores más comunes. La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es muy útil si viajas por Europa, pero no es un seguro de viaje. No garantiza atención médica gratuita (en algunos países existe copago), no cubre intervenciones en centros privados ni traslados médicos, y mucho menos una repatriación. Tampoco te protege frente a una cancelación de vuelo, un robo o la pérdida del equipaje.
Por tanto, incluso si viajas dentro de la Unión Europea, contratar un seguro de viaje te ofrecerá una cobertura mucho más completa y una verdadera tranquilidad.
- No declarar enfermedades preexistentes
Otra situación delicada es la de las enfermedades crónicas. Si padeces alguna patología y no la declaras al contratar la póliza, la aseguradora puede negarse a cubrir cualquier urgencia relacionada con esa condición. Y eso puede dejarte en una situación muy complicada, tanto médica como económicamente.
Para evitarlo, es importante informar correctamente sobre tu estado de salud. Algunas pólizas permiten incluir enfermedades preexistentes si se declaran previamente, así que conviene consultarlo antes de viajar.
- Elegir el seguro más barato sin revisar las coberturas
No todos los seguros de viaje son iguales. A veces elegimos la opción más barata pensando que “con eso basta”, y resulta que la cobertura médica es insuficiente o que la franquicia es tan alta que acabarás pagando una parte importante de cualquier asistencia.
Por eso es importante revisar bien lo que incluye cada póliza: el límite de cobertura médica, si cubre cancelación del viaje, si incluye equipaje, o si contempla las actividades que tienes previstas. A veces, por una pequeña diferencia de precio, puedes viajar mucho más protegido.
- Contratarlo demasiado tarde
Hay coberturas, como la de cancelación, que solo son válidas si se contratan en el momento de hacer la reserva del viaje. Si esperas hasta el último momento para contratar el seguro, puedes encontrarte con que ya no te cubra si, por ejemplo, tienes que anular el viaje por un motivo de salud.
Lo más recomendable es contratar el seguro tan pronto como tengas las fechas y reservas principales confirmadas.
- Pensar que “a mí no me pasará”
Este es, probablemente, el error más humano de todos. Nos gusta pensar que todo irá bien —y la mayoría de veces, así es—, pero basta con una mala experiencia (un retraso, un accidente, un robo) para darnos cuenta de lo útil que es estar bien asegurado.
Un seguro de viaje no solo te protege, también te ofrece un acompañamiento real cuando más lo necesitas. Y eso no tiene precio.
En Cobertis te ayudamos a escoger el seguro que realmente se adapta a ti, a tu destino y a tu forma de viajar.
Porque ir asegurado no es un trámite más: es viajar con la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, estarás bien acompañado.